Protesta masiva en el Metro de Caracas

Lo que comenzó como una protesta ante una simple falla técnica de un tren en el metro, termino con el arresto de 33 personas que quizás pasaron el borde de lo que es protesta para volverse otra cosa.


Un tren en horas de la mañana del 12 de noviembre estaba en propatria cuando se solicito a todo el que adentro estaba, su desalojo, pues dicho tren no continuaría prestando servicio. Esta situación ya fastidiosa (por su frecuencia) logro que las personas ahí dentro decidiesen en protesta, oponerse a desalojar el tren, provocando retrasos, pero llegando a desacatar hasta las órdenes de la policía lo que causo que toda esta gente termine sin libertad.


Es cotidiano, repetitivo, constante, ver este tipo de situación técnica en el metro pero últimamente se ha convertido en algo más usual de lo normal. Trenes vacios se ven transitar por las estaciones pues no pueden ser abordados ya que no sirven, mendicidad, falta de aire, suciedad, escaleras fallidas y un centenar de situaciones que indican el fuerte descuido de este servicio.


Este no es el único problema generado por protestas sobre el metro, no hace muchos dias, parece que hubo otro problema con un twittero (todos somos twitteros) de seudónimo @bombiro, que hacia unas fotos sobre el mal estado del metro (nada secreto pues todos puede verificar) cuando fue retenido. 


Ahora, esta gente que decidió protestar pacíficamente sin medir los límites de su conducta esta tras las rejas, aunque es seguro que aun sigan molestos muchos más que estas 33 personas. Algunos han querido vincular el hecho a la política antichavista, pero la verdad es que no hace falta ser anti-chavista para sentir desagrado ante el servicio deficiente del metro de caracas.


En Twitter esta desatada una protesta bajo el hashtag #protestametroccs desde hace mas de 15 dias donde los usuarios, y cuentas en nombre del metro, hacen referencia a todo tipo de queja, situaciones, irregularidades que ahí dentro se vive.


Ya se ha prometido la introducción de nuevos vagones, que ojala solventen un poco la tensión que hay, pero de todas formas hay mucho por trabajar.


CARLOS L. BOLÍVAR